XXV


Madre agua que estás en los cielos
Que santificado sea tu nombre
Que seca y embotella el hombre
Para vender después con unos hielos

Malditos seáis los diablos cojuelos
Que matáis de sed por ese renombre
Que en la marca se hace pronombre
Para que tantos mueran sin sus duelos

Secáis mi boca entre el asombre
De el mortal que no tiene revuelos
Por si ve volar algún superhombre

Cuantos millones de seco escombre
Factura La Santa Guerra de celos
 Por matar por su Dios al gentilhombre