IV


Si todos los hombres somos iguales
Dos malditos hombros, manos y piernas
Que hace nuestras mentiras eternas
Borrachos, bien rojos… o, liberales

Musulmanes y cristianos que cales
Tratan a la mujer cual las cisternas
Tirando de las cadenas paternas
Entre amores veniales, carnales

Sexuales, brutales… voces maternas…
Oyes callad en tierra de chacales
Y civilización en sus cavernas

Pero, en la cultura de tabernas
Aquí, hay violaciones… sinodales
Sanfermineras, con juez… y fraternas