LVI


Ese pezón que mira a un ciego
Luego avizora a las mamellas…
Para morir en rima sin estrellas
No hace falta fisgar al más lego

Pego palabras en éste vil juego
En un encolar letras quizás “bellas”
Con un fijar de mil y una mellas
Por coser mis sonetos de labriego

Tetas de ellas, ellos… las doncellas
Los donceles, sus cimbeles de ego
Ergo… destellas en esas botellas…

Areola de tu herida sellas
Santa huella de un pagano fuego
 ¿Asonante el mamelón dentellas?