LX


Ya no la puedo morder a la luna
Tan sólo las estrellas desmigadas
Que vagaban y me fueron negadas
En otro gris tiempo… ¡todas a una!

Cuando las aullaba desde la cuna
La lobera alta de la brigada
Infinito del alma ahogada
Campo verde de vieja sed lobuna

Todavía el Sol tiene holgada
La noche encima cual su tribuna
Y la mañana no nace juzgada

Camino cansado en piel cegada
Con mi dolor y, de prisa ninguna
 Toda hambre está bien mitigada