LXXVII


No hay futuro ni quedan estrellas
Sólo trozos de persiana echada
Para esa noche bien pertrechada
Que con dolor nos deja nuevas huellas

Es domingo de misa y paellas
Y de dormir tarde la muchachada
De cine, de fútbol, y de hinchada
De escudella, y… comer grosellas

Con su buen cocido, ropa planchada
Camisas almidonadas por ellas
Del recuerdo de nada acolchada

Y niño mi vida iba manchada
Mientras corría las tardes aquellas
 Entre miedos, la sombra agachada